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Política de evaluación

POLÍTICA DE EVALUACIÓN 

(Revisada: MAYO 2021)

 

1.- Introducción

En el IES Cardenal López de Mendoza creemos en el trabajo y el esfuerzo y en la autonomía personal del alumno como protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje. Asimismo, dentro de nuestra política de evaluación, valoramos especialmente la integridad, que tiene que llevar a los alumnos a “asumir la responsabilidad de sus propios actos y las consecuencias que se deriven de ellos” y la reflexión, que les ayuda a “evaluar detenidamente su propio aprendizaje y experiencias, reconociendo sus cualidades y limitaciones para, de este modo, contribuir a su aprendizaje y desarrollo personal”[1].

La enseñanza, el aprendizaje y la evaluación forman parte de un mismo proceso. La evaluación es una parte muy importante, pues permite a los alumnos, los profesores y familias, saber cómo se está desarrollando el proceso de enseñanza-aprendizaje en cada individuo. Así, el análisis de los resultados de la evaluación es una guía para:

Que cada alumno sepa si está alcanzando los objetivos previstos y, en caso de que eso no suceda, para que pueda modificar su actitud en el proceso de aprendizaje en aras a lograr dichos objetivos.

Que cada profesor pueda comprobar la validez de los métodos de enseñanza que utiliza, adaptarlos a la realidad de los alumnos, diseñar estrategias de refuerzo y ampliación y mejorar los métodos de enseñanza y de evaluación continuamente, para así obtener los objetivos propuestos.

Que las familias reciban una información fiable y periódica acerca del desempeño de sus hijos en el proceso de aprendizaje, de modo que puedan adoptar las medidas correctoras y de refuerzo necesarias, en caso de que los resultados no sean positivos.

En el IES Cardenal López de Mendoza somos conscientes de que los alumnos son diferentes unos de otros. No todos tienen las mismas expectativas y los mismos ritmos de aprendizaje o el mismo contexto familiar, social y cultural. Esa diversidad en el aula, que obliga a variar los métodos de enseñanza, también nos indica que es conveniente usar diferentes instrumentos de evaluación aplicables a cada asignatura y que recojan las diversas motivaciones y particularidades de los alumnos en cada área y sus distintos estilos de aprendizaje.

 

2.- Cómo y cuándo evaluamos

Debemos partir de diferenciar entre los conceptos de evaluación formativa y evaluación sumativa:

-             Evaluación Formativa: su objetivo principal es determinar las necesidades de aprendizaje del alumnado y contribuir al desarrollo de sus competencias. En esta evaluación es imprescindible identificar los conocimientos, destrezas y grado de comprensión que deben desarrollar los alumnos y contribuir a su consecución a partir de los conocimientos y capacidades previas de cada uno. El profesor debe apoyar el aprendizaje del alumno y no dirigirlo, debe facilitar al alumno los instrumentos necesarios para que éste sea capaz de ir construyendo su propio aprendizaje.

-             Evaluación Sumativa: consiste en medir el desempeño del alumno con respecto a los criterios de evaluación a fin de determinar sus niveles de logro. Es por tanto imprescindible que el profesorado conozca los principios y prácticas que utiliza el IB para efectuar la evaluación sumativa y pueda así ayudar a sus alumnos a mejorar su desempeño de manera formativa. Cada Departamento Didáctico planificará la evaluación sumativa de acuerdo con los criterios de evaluación propios de cada asignatura, debiendo considerar tanto los del Bachillerato LOMCE como los del Programa del Diploma.

Debido a que el Programa del Diploma es un programa bianual, el alumnado deberá demostrar su capacitación al finalizar el segundo curso, y debido a la heterogeneidad del alumnado que accede al mismo procedente de distintos centros y localidades, es fundamental establecer unas directrices generales en el sistema de evaluación que se concretan en los siguientes puntos:

Evaluación inicial: al inicio del primer año debe realizarse un diagnóstico de la situación de partida que permita tanto al profesorado como al alumnado conocer las necesidades de aprendizaje y establecer las estrategias que permitan alcanzar los objetivos. El contexto de partida no es el mismo para todos los alumnos, por lo que es sumamente importante diseñar estrategias adecuadas para que todos ellos puedan ir desarrollando sus conocimientos y capacidades a partir de su contexto inicial.

Evaluación continua: a lo largo de los dos años del Programa. En esta evaluación continua debe distinguirse claramente entre los dos sistemas educativos (Bachillerato LOMCE y Programa de Diploma). En el primero, los alumnos son evaluados trimestralmente a lo largo de los dos cursos, siendo estos independientes (cada materia obtendrá una calificación en el primer curso y otra en el segundo). En el Programa de Diploma, el alumnado es evaluado de forma continua a lo largo de los dos años, recibiendo una información orientativa del grado de consecución de los objetivos al finalizar el primer curso y una previsión de calificación para cada asignatura del Programa al finalizar la segunda evaluación del segundo curso.

Requisitos adicionales: Puesto que el Programa del Diploma tiene una duración de dos años y no contempla la posibilidad de repetición en el primer curso, los alumnos que al finalizar este no hayan obtenido evaluación positiva en todas las asignaturas cursadas para el Bachillerato LOMCE deberán abandonar el Programa de Diploma.

La evaluación formal del Programa del Diploma es aquella que contribuye directamente a la obtención del Diploma y consta de dos partes claramente diferenciadas:

Evaluación Externa: supone el mayor porcentaje de toda la evaluación formal. Una parte son los exámenes realizados al finalizar los dos cursos del Programa, estos exámenes son recibidos en el Centro para su realización y posteriormente enviados a un examinador externo para su corrección. La otra parte de la evaluación externa la constituyen los diferentes trabajos realizados a lo largo de los dos cursos (informes de prácticas, trabajos de matemáticas, ensayos, etc.) que también deben ser enviados a un examinador externo.

Evaluación Interna: El profesor encargado de cada asignatura deberá corregir los trabajos antes de enviarlos al examinador externo. El tipo de trabajo que se evalúa internamente incluye ejercicios orales en asignaturas de lengua, proyectos, carpetas de los alumnos, presentaciones de clase y prácticas de laboratorio en las asignaturas de ciencias, investigaciones matemáticas, etc. El objetivo fundamental de la evaluación interna es el de evaluar el desempeño del alumno en relación con objetivos que no pueden evaluarse adecuadamente mediante pruebas escritas externas.

Es importante señalar que, dado que el alumnado que cursa el Programa de Diploma debe realizar una serie de trabajos, proyectos e informes superior al que realiza el alumnado que solo cursa el Bachillerato LOMCE, este sobreesfuerzo debe ser tenido en cuenta a la hora de asignar las calificaciones correspondientes a las diferentes asignaturas. Los criterios de calificación de las materias comunes al Bachillerato LOMCE y al Programa de Diploma deben contener explícitamente esta consideración.

 

3.- Prácticas de evaluación

Se hace de nuevo necesario recuperar el hecho de que el alumnado cursa una doble titulación, por lo que los instrumentos y prácticas de evaluación utilizados deben perseguir integrar los requisitos propios del IB con los del Sistema Educativo Español.

 

3.1.- Instrumentos de evaluación

  • Dichos instrumentos deben ser diseñados y aplicados buscando la máxima integración entre los dos programas. No obstante, debe distinguirse claramente entre aquellos instrumentos de evaluación que forman parte de la evaluación formal del IB y los que son propios del Bachillerato LOMCE.
  • La variedad de técnicas de evaluación contribuye a reducir la posibilidad de falta de equidad en la evaluación (Brown, 2002). Cuanto más variadas sean las tareas y componentes de la evaluación para una asignatura, más se garantiza que el logro del alumno respecto a todos los objetivos específicos de dicha asignatura estará adecuadamente representado.
  • Se enumeran a continuación los instrumentos de evaluación utilizados en las diferentes asignaturas:
  • Exámenes o pruebas: debe distinguirse entre aquellas asignaturas comunes a ambos sistemas y aquellas que sólo se cursan en el Programa de Diploma. En el primer caso, se realizarán pruebas que permitan evaluar el grado de consecución de los objetivos de ambos programas. El diseño de estas pruebas se ajustará en algunos casos al Sistema Educativo Nacional y en otros al Programa de Diploma. Se hace necesario que, al menos en el segundo año, los alumnos realicen algún tipo de prueba similar a los exámenes del Programa de Diploma. Pueden ser de distintos tipos (preguntas de respuesta corta, de respuesta extensa, de resolución de problemas, o analíticas; a veces tareas prácticas u orales), siempre de forma individual y bajo la supervisión del profesorado en un tiempo determinado.
  • Test: conjunto de muchas preguntas de respuesta corta (de elegir la respuesta de opción múltiple o que debe responderse con sólo unas pocas palabras), se realizan también de forma individual bajo la supervisión del profesorado y en un tiempo limitado.
  • Trabajos prácticos: encaminados a evaluar el logro con respecto a objetivos que no se prestan a ser examinados externamente, fundamentalmente destrezas de procedimiento como las que pueden demostrarse en actividades tales como trabajos de proyectos, trabajos de campo, trabajos prácticos de laboratorio. A través de estos trabajos se evalúan criterios como: planificación de una investigación, obtención y procesamiento y presentación de datos, conclusiones y evaluación, técnicas de manipulación, aptitudes para el trabajo en equipo, motivación y manera ética de trabajar (todos ellos están claramente definidos en las Guías propias de cada asignatura).
  • Trabajos de investigación: se realizan de forma individual, requieren una labor de investigación por parte del alumno/a y deben permitir evaluar su capacidad de reflexión, análisis crítico, expresión y presentación adecuados.
  • Presentaciones orales: consisten en grabaciones realizadas en las asignaturas de los grupos 1 y 2. En nuestro Centro se cursa Español como asignatura del grupo 1 e Inglés dentro del grupo 2. Estas presentaciones son de carácter individual y forman parte de la evaluación interna, lo que permite al profesorado elegir el momento más idóneo para llevar a cabo la evaluación formal del trabajo oral. Es necesario que se facilite al alumno el entorno adecuado para la realización de estas pruebas. En nuestro centro los alumnos/as deben realizar también una presentación oral en equipo sobre el trabajo de investigación desarrollado dentro del Proyecto de Grupo 4.
  • Ensayos: A través del ensayo se evalúan la capacidad de argumentación, la reflexión crítica, la exactitud y fiabilidad y la capacidad de expresarse con corrección en la lengua elegida (en nuestro centro, el español). Es un componente obligatorio para la evaluación de Teoría del Conocimiento (hasta 1600 palabras sobre uno de los temas prescritos) y Español A: Literatura (1200-1500 palabras sobre un aspecto de una obra literaria).
  • Cuadernos de trabajo: en la asignatura de CAS, los alumnos/as reflejan las distintas actividades realizadas y proyectos desarrollados así como las reflexiones que tanto unas como otros les han generado.
  • Entrevistas orales: los alumnos/as mantienen a lo largo del programa sucesivas entrevista con el/los coordinadores/as de CAS. Inicialmente para elegir y diseñar las diferentes actividades y proyectos que llevarán a cabo a lo largo de los dos cursos. Posteriormente, para realizar un seguimiento de estos y finalmente para establecer conclusiones, cada alumno/a mantiene también una serie de entrevistas orales con su respectivo coordinador/a de la monografía, que permiten a este hacer el seguimiento adecuado de la misma.
  • Monografía: Es uno de los componentes obligatorios del Programa de Diploma. Cada alumno debe realizar un trabajo de investigación sobre un tema correspondiente a una asignatura del Diploma que no debe superar las 4000 palabras, contando con la supervisión de un profesor/a de la misma. A través de la monografía el alumno/a profundiza en un tema que le resulte de especial interés. Favorece en el alumnado la adquisición de la experiencia y destrezas propias de la investigación y de la producción de un trabajo escrito que debe ajustarse a los requisitos establecidos para un trabajo de investigación, lo que le proporciona una excelente preparación para sus posteriores estudios universitarios.

 

3.2.    Criterios de evaluación.

Para todas las materias que corresponden al Bachillerato LOMCE, los criterios de evaluación están claramente expresados en las Programaciones Docentes correspondientes, publicadas en la página web del centro por cursos (1º y 2º de Bachillerato), ajustándose a lo legalmente establecido en el desarrollo curricular correspondiente. En dichas Programaciones figuran igualmente los criterios de calificación, la temporalización, la metodología y los procedimientos de evaluación.

Los criterios de evaluación propios del Programa de Diploma figuran en las Guías correspondientes a cada una de las asignaturas que se imparten en el centro.

En la mayoría de los casos amplias partes del currículo de las asignaturas comunes al Bachillerato LOMCE y al Programa de Diploma son coincidentes y los criterios de evaluación similares.

No obstante, es recomendable que cada Departamento Docente desarrolle una Programación específica en la que se establezcan, claramente, los criterios de evaluación para los diferentes temas del currículo, señalando cuáles son comunes a ambos programas y cuáles específicos de cada uno de ellos.

 

3.3.    Registros e informes sobre los resultados

Se distingue entre los registros utilizados para los resultados del Bachillerato LOMCE y los correspondientes al Programa de Diploma:

Bachillerato LOMCE: se realizan tres evaluaciones a lo largo de cada uno de los dos años, registrándose los resultados académicos en las Actas de Evaluación correspondientes. Durante las sesiones de evaluación se realiza un análisis del grado de desempeño alcanzado por cada alumno en ambos programas. En cada una de ellas se proporciona a las familias la información correspondiente a las diferentes calificaciones a través de la plataforma PASEN. Dichas calificaciones corresponden al rango propio del Bachillerato LOMCE (calificaciones de 1 a 10).

Programa del Diploma: al finalizar el primer curso académico se proporciona a las familias un registro en el que se establece el grado de desempeño alcanzado por cada alumno en las asignaturas propias del Programa de Diploma (considerando su evolución a lo largo de este primer año y sus posibilidades de mejora). Así mismo, al finalizar la segunda evaluación durante el segundo año, se entrega un registro con la previsión de nota para todas las asignaturas correspondientes al Programa de Diploma, incluida la previsión para TdC y la Monografía.

Registros internos para el PD: en cada asignatura, TdC y Monografía se establecen una serie de registros (fichas) en las que el profesor/a correspondiente hace el seguimiento del alumno/a considerando: evolución del grado de desempeño, presentación de informes, trabajos, etc. según los plazos señalados, estado de los trabajos de investigación y monografía. De esta forma se realiza un seguimiento exhaustivo que permite informar tanto al alumnado como a sus familias de la evolución del proceso de enseñanza-aprendizaje y tomar las medidas pertinentes para mejorarlo en los casos necesarios. En este proceso es importante también que tanto el alumnado como el profesorado realicen un proceso de autoevaluación que permita establecer los instrumentos necesarios para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje en aquellos casos en los que las expectativas no se hayan alcanzado.

 

4.- Evaluación y probidad académica.

El Programa del Diploma se sustenta, entre otros valores, en la integridad y honradez que deben regir todos los trabajos elaborados por el alumnado. Para promover el desarrollo de las buenas prácticas en la enseñanza, aprendizaje y evaluación se establece la Política de Probidad Académica. Nuestro centro ha elaborado un documento al respecto en el que se especifican claramente todos los conceptos relacionados con ella (plagio, colusión, etc.), qué conductas se consideran improcedentes y qué actuaciones deben aplicarse en caso de detectarse alguna conducta de este tipo.

Por un lado es fundamental que toda la comunidad educativa, profesorado, alumnado y familias conozca la Política de Probidad Académica del Centro, para ello se establecen las siguientes líneas de actuación:

Dicho documento será público para toda la comunidad educativa del centro.

Su contenido será ampliamente difundido entre el alumnado y sus familias en la primera reunión del curso en el que se incorporen al Programa del Diploma.

Se colocará en el tablón del aula una copia del documento para que esté a disposición de los alumnos/as y los profesores/as en todo momento.

Se colocarán en las aulas copias de las situaciones hipotéticas de casos de conducta improcedente y su posible sanción tipificadas y descritas en el documento de la Política de Probidad.

Por otro lado, el profesorado debe ser instrumento activo en la prevención, supervisión y control de las conductas fraudulentas, contando también con la colaboración de las familias. En este sentido se establecen las siguientes líneas de actuación:

En la supervisión de trabajos individuales (monografías, ensayos, etc.) el profesor o profesora encargado debe velar por que el trabajo del alumno/a sea siempre original y se ajuste a los criterios establecidos en la Política de Probidad en cuanto a las referencias bibliográficas, citas de fuentes, autoría de imágenes, gráficos, etc. Aunque cada disciplina académica puede seguir criterios que presenten ligeras variaciones, existen una serie de elementos comunes que siempre deben ser tenidos en cuenta.

Fomentar en el alumnado la adquisición de habilidades de escritura académica. El alumno/a que profundiza en un tema de investigación debe utilizar el trabajo de otras personas como pruebas en las que apoyarse, siempre citándolo de modo adecuado y nunca incurriendo en plagio.

En los trabajos en grupo, es responsabilidad del profesorado determinar claramente la participación y autoría de cada alumno/a. Debe evitarse siempre la colusión en este tipo de trabajos.

Ante la detección de conductas fraudulentas en alguno de los sentidos arriba indicados, se procederá de la siguiente manera:

El supervisor/a de una monografía que detecte incorrecciones o incumplimiento de alguna de las normas de probidad, deberá hacer saber al alumno/a que está incumpliendo las normas y debe corregir inmediatamente su conducta. En caso de que dicha corrección no se lleve a cabo, el profesor/a podrá negarse a firmar la portada del trabajo, no siendo enviado éste para su evaluación.

En todos los trabajos de evaluación interna el profesorado responsable debe vigilar que ninguno de los alumnos/as incurra en alguno de los supuestos contemplados como conducta improcedente que se enumeran en el documento “Política de Probidad Académica”. En el caso de detectarse malas prácticas, el alumno/a será advertido por el profesor/a y, en su caso, desestimado el trabajo que no se ajuste a las normas establecidas.

En la evaluación externa se relacionan también una serie de conductas consideradas improcedentes y cuya realización conlleva la apertura de una investigación y elaboración de un informe por parte del coordinador del IB para elevarlo al Comité de Evaluación. Todo el procedimiento para seguir se encuentra desarrollado en el documento “Política de Probidad Académica”.

La evaluación formativa, que utilizamos para ajustar el ritmo de aprendizaje, remarcar los temas más importantes e informar al alumno acerca de su nivel de desempeño, se aplica en cualquier momento a lo largo del curso, por ejemplo, al iniciar o acabar un tema o una unidad didáctica, o al acabar una serie de actividades de las cuales dependan otras posteriores. Para ello usamos instrumentos variados como:

  • Pruebas específicas orales o escritas
  • Observación directa en el aula (preguntas orales, participación crítica y constructiva en la clase, debates, exposiciones, realización de las tareas propuestas)
  • Exámenes prácticos.
  • Recogida y corrección de ejercicios, prácticas y cuadernos

La evaluación sumativa nos sirve para valorar y calificar al alumno al final del proceso y determinar, si es el caso, si procede su promoción al curso siguiente o su titulación. Los instrumentos son, principalmente, los exámenes, ya sean tipo test o de desarrollo. El porcentaje asignado a cada prueba en la evaluación final de cada asignatura del bachillerato LOMCE está reflejado en la programación didáctica de cada departamento.

Normalmente, el tiempo asignado para un examen coincide con un período lectivo (55 minutos). No obstante, se concede más tiempo cuando la prueba debe ajustarse a un modelo determinado (modelo EBAU o modelo BI, por ejemplo).

Con relación al BI, nos atenemos a los plazos y normas establecidos por la OBI, que incide en el mayor peso de la calificación de las pruebas externas sobre las internas, con porcentajes diferentes según las asignaturas. Cada año, se hará un simulacro de exámenes BI para preparar a nuestros alumnos de cada a los exámenes finales.

 

5.- Publicidad de los criterios de evaluación

A principio de curso, el alumno recibe una agenda en la que hay un apartado dedicado a la evaluación. En el mismo puede encontrar: las fechas de entrega de las distintas tareas de evaluación interna y externa, los criterios de evaluación de cada asignatura (incluida la Monografía y Teoría del Conocimiento), así como los descriptores de cada una de ellas. A principio de curso, los profesores explican los criterios de evaluación y de calificación de cada asignatura LOMCE, con descriptores precisos de cada nivel de calificación. La agenda debe ser firmada por las familias para asegurarnos de que se han leído y comprendido las normas relativas a la evaluación.

 

6.- Atención a la diversidad del alumnado

El currículo del bachillerato LOMCE, contempla la exención de asignaturas específicas, en casos muy concretos de alumnos de conservatorios de música, o deportistas de alto nivel. El bachillerato internacional, por su parte, permite una cierta flexibilidad puesto que cuenta con un máximo de tres convocatorias de examen para cumplir los requisitos necesarios para la obtención del diploma; por tanto, un alumno con necesidades educativas especiales tiene la opción de esperar algún año para matricularse y presentarse a la evaluación externa.

Por otra parte, según cuál sea la dificultad que presente cada alumno, se pueden conceder disposiciones especiales de cara a la organización de la evaluación, como, por ejemplo, tiempo extra, puestos específicos en el aula de examen, descansos no previstos, pruebas modificadas, ampliación de los plazos de entrega, lectores o copias especiales, etc. Algunas de estas disposiciones deberán ser solicitadas mediante el formulario y en el plazo previsto por la OBI en el documento “Alumnos con necesidades educativas especiales”. No obstante, antes de admitir a un alumno al programa del Diploma, la persona responsable de la Coordinación deberá considerar si el Centro está en disposición de asegurar las disposiciones adecuadas para que dicho alumno pueda recibir la enseñanza y ser evaluado con todas las garantías necesarias.

 

7.- Comunicación de los resultados de la evaluación

Los resultados de la evaluación correspondiente al bachillerato LOMCE se entregan en un boletín individual al finalizar cada trimestre (evaluaciones parciales), al finalizar el curso ordinario (en el mes de junio) y en la convocatoria extraordinaria del mes de septiembre. Dichas calificaciones serán el resultado de las pruebas que se determinen en cada materia, asignando la parte correspondiente a la evaluación interna del BI que se pueda aplicar en cada asignatura y en cada momento del curso. Los boletines deben ser devueltos a los tutores con la firma de los padres o tutores legales, que acuden al Centro una semana después para interesarse por los resultados de la evaluación.

La calificación final del BI se puede consultar individualmente a principios de julio en la página de publicación de resultados de la OBI, no obstante, a lo largo de los dos cursos, se va informando a los alumnos y a sus familias de su nivel de desempeño en el BI, incluidos el seguimiento de las actividades CAS y de la Monografía, con una hoja informativa que acompaña al boletín trimestral de calificaciones LOMCE.

 

8.- Análisis de los resultados de la evaluación

Una vez finalizada cada evaluación, cada departamento hace un análisis de los resultados obtenidos en sus asignaturas. Se observa la dispersión en las puntuaciones si más de un profesor imparte la misma asignatura y se intentan unificar criterios. Se modifican las programaciones en cuanto a la metodología, la temporalización o las pruebas de evaluación aplicadas para tratar de mejorar los resultados. Se escucha la opinión del alumnado sobre cada asignatura y profesor. Se tienen muy en cuenta, a la hora de modificar la metodología o la evaluación interna, los comentarios de las correcciones de pruebas externas al Centro, como las reuniones posteriores a las pruebas de acceso a la Universidad o, en el caso del BI, los informes de materia que anualmente proporciona la OBI.

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